Eran las sagas un canto a la heroicidad de grandes guerreros vikingos fuertes y valientes, que abandonaban sus tierras yermas y denostadas por el clima nórdico y partían en sus drakar para conquistar otros pueblos en busca de alimentos y tesoros.
No es el caso de la Saga de Flin Havardr...
Un pastor que vislumbra en un sueño sus proezas como guerrero y que, ya en la realidad, lleva a cabo un viaje inesperado, acompañado de una tripulación muy particular que nada tiene de fuerte ni de valiente aunque rebosa creatividad.